La "regla" de las manchas en la piel, según un dermatólogo, indica el momento de consultar al médico.

La aparición de una nueva imperfección o decoloración en la piel puede ser alarmante, especialmente para quienes han estado expuestos a los rayos del sol. Si bien estas manchas suelen ser benignas, también podrían indicar melanoma, el tipo más grave de cáncer de piel.
Es fundamental distinguir entre ambos, ya que pueden parecer sorprendentemente similares. Aquí te explicamos cómo determinar si esa nueva mancha es superficial o una señal de que necesitas consultar a un médico de inmediato.
A pesar de sus similitudes visuales, las manchas de la edad son completamente benignas, a diferencia del melanoma. «Las manchas de la edad, también conocidas como manchas solares y manchas hepáticas, son áreas planas y marrones en las zonas de la piel expuestas al sol», explica el Dr. Chris Harland, dermatólogo consultor de Nuffield Health. «Los dermatólogos las llaman lentigos solares».
Estas manchas suelen observarse en personas de piel clara mayores de 50 años, sobre todo en aquellas con un historial de exposición solar prolongada. No solo el sol, sino también las camas solares pueden provocar la formación de manchas de la edad.
"Las manchas de la edad suelen ser planas y lisas, con menos de un centímetro de diámetro", señala Harland. "Me resulta útil asegurarles a los pacientes que, si desarrollan una mancha plana de color marrón claro, como el color del café con leche, es muy probable que sea seguro".
Sin embargo, distinguir entre lentigos puede ser complicado cuando se presentan en diferentes tonos de marrón. «Los melanomas, mucho más raros, pueden presentarse como manchas planas, extendidas, irregulares y oscuras, o incluso negras», explica Harland.
Pueden tener al menos dos tonos de marrón, negro o incluso rosa. Si bien son seguros cuando están planos, pueden volverse grumosos (invasivos) y peligrosos.
Harland recomienda que cualquier persona con lesiones preocupantes busque una evaluación de un médico de cabecera o un dermatólogo, quien puede utilizar un microscopio especializado conocido como dermatoscopio.
Aunque las manchas de la edad suelen ser benignas, existe el riesgo de que evolucionen a algo más grave. «Las manchas de la edad pueden cambiar y presentar tanto cambios benignos como cancerosos», afirma la Dra. Unnati Desai, jefa nacional de dermatología de Nuffield Health.
Los cambios benignos pueden incluir texturas engrosadas o rugosas no cancerosas —continúa—. Los cambios cancerosos, también conocidos como lentigo maligno, precursor del melanoma, y melanoma lentigo maligno, suelen comenzar con lo que parece una mancha benigna de la edad, pero luego cambian a un aspecto atípico, como mayor tamaño, forma irregular, cambios de textura o altura, o colores múltiples, como canela, marrón oscuro, negro, rosa, rojo y blanco. También es importante estar atento a la ulceración y el sangrado.
Por lo tanto, es vital inspeccionar periódicamente cualquier mancha o lesión de la edad que haya sido previamente identificada como inofensiva.
Si observa alguna alteración en las lesiones cutáneas existentes o la aparición de otras nuevas, es fundamental consultar a un médico. «Una de las maneras más sencillas de detectar posibles signos de melanoma es mediante la regla ABCDE», explica el Dr. Desai.
La A representa asimetría en la forma. La B representa un borde irregular. La C significa color desigual o con diferentes tonos, como negro, marrón o rosa. La D representa diámetro, como aumentos de tamaño, y la E representa elevación y evolución, donde la lesión se levanta de la piel o experimenta otros cambios, como sangrado, formación de costras, picazón, ulceración o inflamación.
También recomiendo tomar fotografías de las zonas problemáticas cada tres a seis meses, comparándolas con las anteriores para monitorear la piel y cualquier cambio. Si se observan cambios a simple vista, se recomienda consultar con un médico para que le realice un examen con un dermatoscopio.
Podrías sentir la tentación de tratar los problemas de pigmentación con láser, cremas o mascarillas. Sin embargo, ciertos tratamientos de belleza podrían dificultar la detección del melanoma.
"Antes de tratar cualquier lesión cutánea, conviene consultar al médico para que le realice un examen adecuado —normalmente con un dermatoscopio o una biopsia— y así asegurarse de que no haya signos que sugieran cáncer de piel", explica Desai.
Esto es especialmente crítico si el tratamiento implica la destrucción celular. "Después de cualquier tratamiento, se recomienda una revisión con el médico para controlar cualquier recurrencia o cicatrización anormal", aconseja.
"Las cremas, como los retinoides y la hidroquinona, tienen un efecto limitado en la apariencia cosmética de las manchas de la edad", explica el Dr. Harland. "La congelación suave, conocida como crioterapia, el láser o la luz pulsada intensa pueden eliminarlas".
"Sin embargo, estos tratamientos cosméticos no están disponibles a través del NHS y pueden ser costosos", añade. "Las lesiones tratadas también pueden reaparecer".
Si bien el uso diario de FPS es ahora una práctica más o menos estándar, hay algunos factores cruciales a tener en cuenta cuando se trata de proteger la piel y prevenir el melanoma.
"Desde una edad temprana, es importante evitar las quemaduras solares, especialmente en personas de piel clara", aconseja Harland. "Sin embargo, las manchas de la edad se asocian con la exposición a la radiación ultravioleta durante toda la vida, no solo con las quemaduras solares, por lo que un buen nivel de protección ayudará a prevenir su aparición".
Aplicar diariamente un protector solar mineral o químico de calidad es la medida más eficaz que puede tomar para prevenir tanto las manchas de la edad como el melanoma.
"Esto significa usar protector solar a diario, incluso en los meses de invierno", recomienda Desai. "Usa un protector solar con una calificación de tres a cinco estrellas, que te proteja de la radiación UVA, y un FPS de 30 a 50, que te proteja de la radiación UVB".
Busque ingredientes como el óxido de zinc y el dióxido de titanio, presentes en los protectores solares minerales, que actúan como barreras físicas contra los rayos UV.
"En los meses de verano, se necesita un FPS mínimo de 30, sobre todo si se está sentado o tumbado al sol", aconseja Desai. "Si viaja a climas más cálidos, debería ser un FPS mínimo de 50. Use ropa que cubra la piel si pasa mucho tiempo al aire libre. En los meses de invierno, un FPS de 12 a 15 es suficiente para el uso diario".
Daily Express